viernes, 31 de octubre de 2008

EMBARAZO SEXUALMENTE ACTIVO


Por generaciones, el saber si la sexualidad femenina aumenta o disminuye, ha estado sujeto a conjeturas. Tabúes y sanciones relacionados con este aspecto sólo pueden compararse en número a aquellos que relacionan sexualidad y flujo menstrual. Muchos tienen una pretendida base biológica aunque, en realidad, se han originado de múltiples fuentes que van desde la oscura especulación al prejuicio, restringidos a experiencias individuales.
Ejercer o no la función sexual durante el embarazo depende mucho de cada mujer en cuanto a su educación sexual, relación de pareja, condiciones particulares de su embarazo y los efectos que se le han atribuido a la actividad sexual si en algún momento se ha presentado alguna eventualidad.

Respuesta Sexual durante el Embarazo
El Dr. William Masters y la Psic. Virginia Johnson estudiaron un extenso grupo de mujeres embarazadas para describir su respuesta sexual ante diferentes métodos de satisfacción (penetración con la pareja, coito artificial, masturbación y autoestimulación mecánica). Sus hallazgos fueron:
- La congestión venosa mamaria es más notoria, lo que puede causar dolor en los pezones erectos y la areola ingurgitada.
- Aumento de la tensión sexual hacia el final del primer trimestre de la gestación, lo que se mantiene durante el segundo y tercero trimestres.
- El incremento de la vasodilatación pélvica durante el embarazo permite una excesiva ingurgitación de los labios mayores y menores durante la fase de excitación.
- La lubricación vaginal se hace más abundante y aparece con mayor rapidez.
- Mejor formación de la plataforma orgásmica en el tercio externo de la vagina.
- Hacia el tercer trimestre, debido a la intensa congestión de la vagina, las contracciones musculares durante el orgasmo no son percibidas, siendo subjetiva su percepción.
- En el orgasmo, el útero puede presentar un espasmo tónico que puede durar hasta un minuto, sin llegar a desencadenar el trabajo de parto ni afectar al feto.
- A medida que avanza la gestación, hacia el tercer trimestre, se hace menos evidente la desapareció de la vasocongestión después del orgasmo, lo cual ocurre muy lentamente en un periodo de 10 a 15 minutos en la nulípara y 30 a 45 minutos en la multípara.
- Al mantenerse cierto grado de vasocongestión en los órganos de la pelvis, provoca los altos niveles de tensión sexual sostenida, conllevando a un aumento de la frecuencia sexual.
- Los demás aspectos de la respuesta sexual no varían con respecto a los de las mujeres que no están embarazadas.


Mitos comunes
Mucho se ha dicho con respecto a la actividad sexual durante el embarazo pero ¿cuánto hay de verdad en todo lo que se escucha y manejamos? Más que especificar los mitos, expondré las verdades:
* El feto está muy protegido dentro del útero, en sus bolsa llena de líquido amniótico. Esto le protege, por lo que ejercer algo de presión sobre el abdomen grávido no afectará al producto de la concepción en ningún aspecto.
* Es muy común escuchar que el semen puede desencadenar el trabajo de parto o amenazas de aborto, lo que no es cierto. Lo que si le pudiese desencadenar son las infecciones uterinas.
* Los cambios hormonales aumentan el deseo sexual más que inhibirlo. Temores y creencias, además de algunos cambios de humor producidos por las hormonas se constituyen como factores antisexualidad.
* Los cambios corporales, y el respeto o cuidado hacia el cuerpo embarazado de la mujer y a su futur@ hij@ hacen que los hombres eviten las relaciones sexuales.
* El pene y el semen no tienen contacto con el feto. Esto contradice la creencia que pueden causar malformaciones o problemas en el feto.
* Mantenerse sexualmente activa durante el embarazo no daña el cuerpo de la mujer (Ej: flacidez de glúteos, mamas péndulas)


Más verdades
- La sexualidad, con todo el placer, bienestar, afecto y acercamiento en pareja, es beneficios para la mujer embarazada, su pareja y el bebé. Todo lo vivido por una pareja en vías de formar o aumentar una familia, es percibido por el feto, quien desde ya es receptor de lo que será su futuro entorno.
- La mujer se reafirma en su feminidad y continúa siendo atractiva a su pareja independientemente de sus cambios corporales.
- La pareja consolida el sentido de aceptación en cuanto a los cambios corporales de estados fisiológicos como el embarazo (aumento de dimensiones, ganancia de peso) y de otros que vendrán, como la vejez.
- El placer sexual puede ser disfrutado tanto o más durante el embarazo, contagiados ambos por la alegría del advenimiento de un nuevo miembro a la familia.
- Las posiciones femenina superior (“ella arriba”), lateral, acostada boca arriba con los glúteos en la orilla de la cama, y ella sentada sobre él dándole la espalda, son muy adecuadas para que la mujer y el hombre se desempeñen sexualmente bien y se facilite el coito.
- Comenzar a practicar prácticas sexuales que puedan llevarle al orgasmo diferentes a la penetración (estimulación oral y manual, fricción)
- Los reajustes sexuales durante el embarazo son transitorios, lo cual debe sumirse de esa manera y no como una dificultad perenne en su dinámica de pareja.
- Cumplir a cabalidad las indicaciones médicas de abstinencia sexual cuando esta se requiera.

jueves, 16 de octubre de 2008

MASTURBACION: VICIO O VIRTUD?




Degradante, inmoral, impura, antinatural, pecaminosa, enfermante, enloquecedora. Estos, más otros improperios, que ha recibido este método sexual que, aunque se le trate (o trataba) de difamar, sigue siendo muy practicada y de manera muy frecuente.
A pesar de que actualmente es una forma de conducta sexual relativamente aceptada en buena parte de las sociedades occidentales, quedan aún los restos de la desinformación, malinformación, y el gran cúmulo de mitos que se han cernido sobre ella durante varios siglos.



¿Qué es realmente la Masturbación?
De una manera sencilla, pudiésemos definirla como la obtención de placer en solitario a través de cualquier tipo de estimulación física. Tal descripción cubre casi todos los aspectos conocidos por todos. Sexológicamente hablando, debo comenzar diciendo que le hemos denominado Autoejercicio de la Función Sexual y que se define como la activación de la función sexual a través de la autoinducción, por diferentes métodos de autoestimulación – incluído el endógeno o por pensamientos, fantasías o evocaciones – para desencadenar una respuesta sexual completa que conlleve a la autoexploración sexual y a la autosatisfacción del deseo sexual.
Como denota tal definición, todo es auto pues consiste en el contacto de una persona consigo misma. En el momento en que se interactúa en pareja, debe hablarse de estimulación manual.
Algunos hacen derivar la voz masturbación de una palabra compuesta por raíces griegas y latinas: μεζεα mezea, que significa "pene" y turba, "alteración", "perturbación", "excitación". Con lo que masturbación significaría "excitar el pene". Otros señalan que procede exclusivamente del latín: manus stuprare (violar con la mano o ensuciar la mano) o manus turbare (excitar con la mano). No hay acuerdo entre los lingüistas si bien suele preferirse manus stuprare, porque históricamente se ha considerado sucio masturbarse. Manus turbare resulta más ecléctico, e indica en qué consiste el acto, y no prejuzga ni el sexo de quien lo practica, ni si la actividad a la que se refiere es buena o mala.



“No es loc@ porque se masturba. Se masturba porque es loc@”
En las civilizaciones antiguas no se hallan demasiadas referencias al tema, si bien el médico griego Hipócrates afirmó en uno de sus escritos que un derrame excesivo de semen (sin referirse específicamente a la masturbación) podía llevar a la consunción de la médula espinal.
La Biblia no contiene ninguna descripción o comentario, aunque el llamado «pecado de Onán» que, tal como es descrito en el texto, consistió en un coito interrumpido.
En 1758, un médico suizo de apellido Tissot, teorizó que cualquier acto sexual producía una acumulación de sangre en la cabeza y dejaba al resto del cuerpo sin flujo sanguíneo, lo que producía una degeneración de los nervios que llevaba a la demencia. Debido a la falta de un buen nivel científico, esta teoría se implantó en los Estados Unidos, se divulgó y se fortaleció. Comenzó entonces la lucha contra la masturbación. Dietas que suprimían sustancias “irritantes sexuales”, uso de camisas de fuerza y/o sábanas frías, dispositivos que aislaban y “encarcelaban” los genitales, anillos provistos de púas colocados en el pene al acostarse y se clavaban si se producía una erección, entre otros, martirizaron a muchas personas, sobre todo de sexo masculino (hay que recordar que nuestras erecciones nocturnas y matutinas están relacionadas con una fase del sueño y no con excitación sexual).
A mediados del siglo XX, los médicos comenzaron a cambiar sus criterios y a sustentar sus afirmaciones respecto al tema en estudios científicos que demostraron la falta de vinculación entre la masturbación y las enfermedades. En la actualidad, muchas personas muestran los vestigios del concepto antiguo.
Se hace imperioso acotar que muchos trastornos psiquiátricos presentan, entre sus síntomas, hipersexualidad y conductas compulsivas sexuales. Y si una persona que lo sufre lo manifiesta con una masturbación excesiva, se hace la mala asociación entre la patología y la práctica sexual.
Si una persona se masturba a diario es malo, pero no si tiene relaciones sexuales en esa frecuencia. Lo que no se concientiza es que, en ambas prácticas sexuales, se desencadena una respuesta sexual completa (en todas sus fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución). Lo que varía es el método y la compañía.



Tips sobre Masturbación


- Numerosas personas se masturban actualmente, hombres y mujeres en igual proporción.
- Es un elemento de aprendizaje sexual importante.
- La falta de experiencia o actividad masturbatoria da lugar a disfunciones sexuales individuales, de pareja, y a discordia.
- Permite la satisfacción de las necesidades sexuales durante la adolescencia hasta que se tiene la madurez física y mental para iniciar las relaciones sexuales en pareja.
- Evita la infidelidad en aquellos casos en que, como pareja, hay circunstancias en las que no se puede interactuar en pareja.
- Permite no exponerse a infecciones de transmisión sexual ni a embarazos no deseados.
- Nadie lo hace mejor que tú. Explícale a tu pareja cómo lo haces para que, al momento de la estimulación manual, haya mucho placer.
- Existen juguetes sexuales y otros aditivos – como el lubricante en gel de uso íntimo – útiles para realzar el placer obtenido en la masturbación.

lunes, 6 de octubre de 2008

MASCULINO Y FEMENINO


El principal órgano de nuestro sistema nervioso central, el cerebro, a través de la influencia hormonal, se diferencia para aceptar esas características que posee el cuerpo. A su vez, el entorno en el cual se desenvuelve la persona, terminará ese proceso a través del repertorio conductual que se ha establecido como adecuado y propio de cada sexo. Esa diferencia es la responsable de las muchas desavenencias y conflictos que afrontan la mayoría de las parejas.
Con la finalidad de propiciar un acercamiento y un mejor entendimiento entre ambos sexos, especifico los puntos dicotómicos que más crean polémicas y que pueden ser responsables de la discordia marital.


El motor que nos lleva a actuar
El que mueve a las mujeres y a lo femenino está en su parte afectiva, tratando siempre de mantener sus relaciones en buen estado –está bien en la medida en que la gente que quiere está bien con ella-. En cambio, lo masculino se encuentra bien en la medida en que logra los objetivos y las metas que se propone. La mujer, generalmente hace el amor. Esta capacidad le permite al hombre disociar más fácilmente el afecto de la sexualidad.


Lo femenino valora más el proceso; lo masculino, los objetivos
Para las hembras, tiene que ver con la capacidad de que las cosas se vayan dando de a poco, con disfrutar los momentos que se están viviendo sin urgencia de llegar lo antes posible, entendiendo todo con calma. Para los varones, es mucho más lógico disfrutar sólo cuando los objetivos están siendo logrados. La cesantía y/o la impotencia le hacen perder el norte, así como la identidad masculina.


Lo masculino separa, ordena. Lo femenino reúne, junta
El hombre tiene todo dividido, reflejo de su estructura mental. Ellos funcionan mejor separando en casilleros o “cajones mentales” las distintas áreas emocionales. Esto les permite poder funcionar en determinado objetivo. En cambio, la mujer siempre se hace acompañar de todas las cosas de las diferentes áreas de su vida (el mejor ejemplo, su cartera, donde puede encontrar desde un medicamento hasta un útil escolar de alguno de sus hijos). Al momento de que el hombre le hace una crítica a su pareja sobre un aspecto de la crianza de un hijo, se dirige a la madre más no a la mujer, quien generaliza en vez de parcelar.


Lo masculino, monofocal. Lo femenino, multifocal
Se ha descubierto, a través de estudios neurológicos, que los hombres tienen la capacidad de concentrarse con mayor facilidad en una sola cosa; en cambio, la mujer tiene lo que se entiende como una capacidad multifocal, pudiendo llevar a cabo varias actividades a la vez (fíjese cuando un hombre ve la televisión). Esto es evidente en la vida sexual en pareja, en la que el hombre se enfoca en la penetración más que en otras prácticas sexuales que gustan mucho a la mujer, quien requiere de estimulación en todo su cuerpo antes de llegar al coito.


Lo femenino resuelve los conflictos hablando; lo masculino en silencio
Al hablar, la mujer satisface su necesidad de saber y comprender. Puede determinar, desde el punto de vista afectivo, cuánto y cómo incide, y su relevancia en la resolución de conflictos. Expresa así los procesos por los que va pasando mientras va ordenando sus pensamientos y obteniendo posibles soluciones. Lo masculino, en cambio, sólo habla cuando tiene conflictos resueltos; es decir, va a llegar de una u otra manera a contar sus situaciones en la medida en que cuenta los éxitos y los fracasos, pero ya con carácter definido. Esto pone de manifiesto lo abstracto de lo femenino y lo concreto de lo masculino en el aspecto psíquico. A su vez, en el manejo del poder, la seguridad del hombre en no perder el poder y la oportunidad de quitarse responsabilidad o “culpa” ante un conflicto.


La rabia de los hombres y la tristeza de las mujeres
Al llorar, la mujer busca la atención del hombre para que se acerque a ella y le ayude, le consuele y le preste toda la atención que necesita en ese momento. Al molestarse, el hombre busca alejarse de tal situación y, por supuesto, de la persona con quien puede compartir su vida y hasta vivir tal conflicto. A su vez, cuando la rabia del hombre signa la relación con los hijos, tiene una finalidad tutorial o educacional.


Los tiempos personales: otra diferencia importante
A las mujeres les cuesta mucho darse tiempo para sí mismas, sin que eso venga acompañado de un factor culposo (que, a su vez, tiende a dañar el proceso vivido). En cambio, a los hombres se les hace muy fácil ejercer tiempos personales y, para ellos, dárselos está considerado culturalmente como un derecho básico. Esta es una de las razones que explican las altas tasas de estreñimiento en las mujeres, así como el colon irritable y las gastritis.


Hombres y mujeres juegan en forma diferente
En cuanto a la conducta lúdica, se establece que la niña deja de jugar al imitar esas conductas familiares y maternales (poner la mesa, lavar, planchar, criar los hijos, cuidarles, etc.) mientras que el niño nunca deja de jugar (“cambian los autos de juguete por los autos de verdad cuando son adultos). Un estudio reveló que los hombres cambiarían de partido político, de mujer, incluso de hijos, pero no equipo de fútbol no le cambiarían por nada aún si estuviese ocupando una muy mala posición en su clasificación. Esta conducta, algo jocosa, refleja lo sano mentalmente que le resulta al hombre, aspecto que le falta a la mujer.


Concluyendo…
Estos planteamientos refuerzan mi Teoría del Punto Medio. Lo ideal es que ambos se acerquen en la relación para que la inversión en la relación de pareja sea efectiva (en lo afectivo y emocional principalmente, además de en los otros aspectos). Si en nuestra pareja sólo pretendemos buscar un complemento, estaríamos con media persona solamente. Complementarnos a nosotros mismos aprendiendo de la pareja es el culmen. Hay que vencer las resistencias socioculturales y los paradigmas antiguos.