sábado, 21 de marzo de 2009

EL OSCURO OBJETO DE MI DESEO




Una de las preguntas más frecuentes en las consultas en la web y en muchos programas radiales sobre sexualidad es el uso sexual del ano. Aunque cuestionado y considerado muy tabú, actualmente hay una gran apertura y muchos deseos de ahondar sobre el tema.
Definición
Más que coito anal, definido como la introducción del pene a través del ano en relaciones tanto heterosexuales como homosexuales, hay que englobar el término sexualidad anal. En este caso, es necesario enfatizar en que esta consiste en toda estimulación efectuada en la región anal y la que le rodea con la finalidad de producir placer orientado - o no - al coito por esa vía alternativa y para el disfrute total e integral del contacto sexual.
Dicha estimulación se expande más que el mero hecho de la fricción pene – ano durante el coito. Incluye prácticas como caricias, toques, palmadas suaves, fricción, y uso de juguetes sexuales (como vibradores). Muchas personas acostumbran a estimular oralmente el ano de sus parejas.
Consideraciones importantes
· Hay que tomar en cuenta que, independientemente de que se haga un buen aseo, siempre se mantiene una flora bacteriana propia del tubo digestivo (cuyo final es el ano). En muchas ocasiones, puede haber también infestación por parásitos y ello se constituye en factor de riesgo para infección de quien aplica su boca al ano de otra persona. Por supuesto, nada que no se pueda resolver con tratamiento medicamentoso y mientras no se convierta en una especie de ciclo de contagio (se trata medicamente, se sana, y luego se reinfesta).
· Lo mismo puede ocurrir con la prostatitis, enfermedad infecciosa e inflamatoria de la próstata, frecuente en los varones que practican el coito anal sin preservativo.
· No hay que dejar de lado al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), sobre todo si no se usa condón o algún dispositivo de barrera entre la lengua y el ano (como una lámina de látex) para la práctica del anilingus (estimulación oral del ano) o rimming (penetración lingual del ano). El tejido que cubre el ano es tan delicado que puede fisurarse durante las evacuaciones y la penetración. Ello predispone a la exposición de sangre, fluidos y continuidad con los tejidos más profundos y, por ende, con el VIH.
· Sífilis, herpes, infección por el virus del papiloma humano, blenorragia, uretritis y abscesos perianales han sido diagnosticadas en ano debido a las prácticas sexuales sin ningún tipo de protección.
La Sexualidad Anal en la actualidad
Hoy en día, mujeres y hombres (homosexuales o no) confiesan practicar la sexualidad anal y disfrutarla. Además, existe una fuerte tendencia a concebirle como una manera más de darle diversidad a su vida sexual y expandir los ámbitos corporales y zonas erógenas aprovechables para la generación de placer. Se han llevado estudios que arrojan las siguientes cifras:
- 40% de las parejas heterosexuales lo han intentado al menos una vez.
- En más del 20% es una práctica frecuente.
- En la población homosexual masculina, el porcentaje de su práctica supera el 50%.
En nuestro país, aunque no se han calculado estadísticas reales por lo delicado del trabajo de investigación con adolescentes, se ha reportado en las consultas ginecológicas, proctológicas y sexológicas el fenómeno de la práctica del coito anal por hembras adolescentes con la finalidad de preservar la virginidad vaginal.
Reglas de la Sexualidad Anal
- La Estimulación Anal no es dolorosa si se hace apropiadamente. La creencia que el coito anal tiene que doler es un mito. El dolor indica que algo está mal. La autoprotección por parte de la pareja pasiva involucra avisar al estar lista para proceder. Es una combinación de relajación física, usualmente ayudada por muchas caricias y toques anales lentos y suaves, y el deseo.
- Un momento ideal para explorar el orificio anal es mientras se toma una ducha. Para muchas personas, el momento crucial en la estimulación anal es cuando se permite a la pareja masajear el ano entendiendo que no se intentará la penetración. Entonces, quien recibe las caricias anales puede concentrarse sólo en el placer que es capaz de generar esta zona erógena.
- Dos anillos musculares llamados esfínteres rodean el orificio anal y cada uno funciona independientemente. El externo es controlado a voluntad y el interno por el sistema nervioso autónomo. Aún si la persona se siente cómoda durante el coito anal, puede que necesite aprender el control voluntario sobre su esfínter interno con el fin de relajarlo a voluntad. Hacerlo requiere entrenarle regularmente con el dedo o un dilatador anal.
- La Estimulación Anal puede guiar al orgasmo a través de las contracciones de los músculos pélvicos y por la pura sensación de ser penetradas analmente. Cuando los varones experimentan un orgasmo de punto de partida anal, tienden a centrarse en la próstata. Están respondiendo a la estimulación directa del bulbo del pene.
- La dieta contribuye con el disfrute de la sexualidad anal. Debe ser rica en fibra para que las heces sean suaves, voluminosas y bien formadas. También existe más seguridad de que queden menos residuos de heces en el canal rectal.
- Reglas de higiene se aplican al recto. Pequeñas cantidades de heces pueden permanecer en el recto, especialmente si las heces no están bien formadas. Un lavado anal antes del coito ayuda.
- El recto no produce lubricación como la vagina sino sólo una pequeña cantidad de moco. Los lubricantes de base acuosa (en forma de gel) son compatibles con el látex. -Es obligatorio el cambio del preservativo y el aseo si se va de la vagina al ano o viceversa.

CUANDO EL COITO DUELE... Tanto en hombres como en mujeres


Muy cierto es que lo placentero no debe mezclarse con lo displacentero. Pudiese neutralizarse o inhibirse algún proceso. Eso es lo que puede ocurrir en la sexualidad si, en el momento de sentir placer, aparece un factor antagónico a ese disfrute como lo es el dolor.
En términos médicos, es lo que se denomina Dispareunia y era aplicado sólo a las relaciones sexuales dolorosas de la mujer. Actualmente, se habla también de dispareunia masculina. Ambos pueden sufrir dolor durante el coito, ya que este ente sintomático no tiene sexo, tampoco edad, ni raza. Y por ser causante de dificultades importantes en la dinámica sexual de una pareja y a su vez generador de disfunciones sexuales, es necesario consultar al sentirlo para atacar la causa y rehabilitar y armonizar esa parte de la vida de los seres humanos.
Dispareunia Femenina
La mujer ha sido la más influenciada en sentir dolor al momento del coito. Ha sido muy común advertirle a las vírgenes que, en su iniciación sexual, no sólo habría dolor sino también sangramiento. Este precepto ocasiona altos grados de ansiedad disminuyendo el nivel de excitación, el grado de lubricación y hasta provoca una contractura refleja y defensiva de los músculos que rodean la vagina. De esta forma, el pene entra y se desliza forzado, lastimándose así la cubierta interna de la vagina, y se provoca el dolor.
Resultando esa “primera vez” traumática, pueden crearse tendencias a anticipar el dolor cuando se va a las próximas relaciones sexuales. Algunas mujeres desarrollan Vaginismo, disfunción sexual caracterizada por espasmo involuntario de la musculatura que rodea la entrada de la vagina que se da siempre que se intenta introducir algo en la vagina, acompañado de fobia al coito y de la penetración de la vagina. Dependiendo del grado de vaginismo, la mujer puede sentir dolor antes de la penetración, al momento y durante el coito. Si no permite el coito en absoluto, se clasifica como Vaginismo Total. Si la permite, entonces es Parcial.
Es común el desarrollo de vaginismo en mujeres quienes han sido abusadas sexualmente como inicio o aún después de haber tenido relaciones sexuales satisfactorias. De allí que pueda clasificarse como Primario o Secundario. Pero no sólo la violencia lo causa. También puede presentarse si la actividad sexual intensa lleva a intensos y profundos movimientos penianos dentro de la vagina o la ansiedad de penetración en una vagina no bien lubricada o excitada lo suficiente para la penetración.
Otras causas de dolor coital femenino son: Vaginosis, Vaginitis, Anomalías Congénitas (tabiques vaginales, himen rígido), Sequedad Vaginal, Endometriosis, Cicatrices y Retracciones Vaginales Postquirúrgicas (episiorrafia, cirugías vaginales), Enfermedad Inflamatoria Pélvica, Hipolubricación (uso de anticonceptivos, antialérgicos, abuso de duchas vaginales, trastornos circulatorios, consumo de marihuana), Prolapsos, Vulvitis, Trastornos Neurológicos, y Procesos Alérgicos (por espermicidas o látex), entre otras.
Dispareunia Masculina
En los casos de dolor en el hombre en la relación sexual, uno de los más referidos es el que siente al momento de la eyaculación. Su causa frecuente es la Prostatitis, proceso infeccioso e inflamatorio de la próstata.
Los testículos también pueden doler si el hombre sufre de Varicocele, Quistes en las estructuras testiculares, Procesos Inflamatorios y/o Infecciosos. Durante la respuesta sexual, los testículos se congestionan y el éstasis sanguíneo más la presión de estos órganos contra las membranas que le envuelven, son factores importantes en la producción del dolor en casos como estos.
Actualmente se ha diagnosticado con frecuencia una afectación peniana conocida como Enfermedad de Peyronie. Esta entidad consiste en la formación de placas fibrosas en los cuerpos eréctiles del pene, deformándolo y/o curvándolo y las erecciones se hacen dolorosas, o no duele la erección más si el coito, o él no siente molestia alguna pero ella sí.
Afecciones de la Piel del Pene (sobre todo en el glande, como los procesos infecciosos balanoprepuciales), Alergia al Látex o Espermicidas, Obstrucción de los Conductos Eyaculadores, Fimosis, Parafimosis, Pene Curvo, y Frenillo Breve (que tracciona el glande hacia abajo) también son causa de coito doloroso. El pene curvo se diferencia de la enfermedad de Peyronie en que la curvatura puede ser congénita o producto de cuerdas fibrosas en el pene (en sí, es congénito). También hay que hacer diagnóstico diferencial con esas curvaturas leves que tiene un pene totalmente sano.
A veces, se puede producir este coito doloroso al entrar en contacto la punta del pene con la parte final o los hilos de los dispositivos intrauterinos utilizados para la anticoncepción masculina.
Una causa de dolor producto de movimientos y posiciones sexuales algo incómodas es la Fractura de Pene. Suele desgarrarse una membrana interna del pene llamada túnica albugínea y su tratamiento es quirúrgico.
Abordaje Terapéutico
El dolor en el coito puede conducir a serias afectaciones de la sexualidad individual y de pareja. Aversión o Fobia Sexual, Vaginismo (mientras el dolor tenga causas diferentes a las contracturas musculares), Disminución o Inhibición del Deseo Sexual, Disfunción Eréctil, Disfunción Orgásmica, y/o Discordia de Pareja. Por ello es necesario su diagnóstico preciso para atacar las causas del dolor, resolverlo, y luego rehabilitar la sexualidad.
Médicos Sexólogos, Psicólogos, Psiquiatras, Urólogos, Ginecólogos, Cirujanos Generales, Endocrinólogos, Alergólogos, e Infectólogos están involucrados en la atención multidisciplinaria e interdependiente de la Dispareunia en Pareja.Cada tratamiento debe ser individualizado de acuerdo a los factores involucrados, la severidad del problema y espectro alcanzado. Ambos miembros de la pareja deben asistir a la consulta para facilitar la comprensión y resolución del dolor y de las dificultades sexuales que ya les aquejan.