lunes, 25 de mayo de 2009

ENFOQUE SEXOLOGICO DE LA DISFUNCION ERECTIL


La Sexología Médica es una rama de la medicina que estudia el sexo, su proceso de diferenciación en sus diferentes componentes, su función y su proceso de activación, desde el punto de vista sano así como patológico. A su vez, hace un enfoque integral de lo orgánico con lo psicológico (que comprende el aprendizaje, lo cognitivo, lo emocional y lo afectivo), así como el punto de vista individual y la dinámica de pareja.


Como toda enfermedad afecta todas las áreas del ser humano quien es biopsicosocial, la disfunción eréctil debe enfocarse en todos esos aspectos. En este caso, sin que sean menos importantes los factores orgánicos, la sexualidad autoerótica o heteroerótica puede provocar fallas de erección aisladas, permanentes, o circunstanciales.


Ansiedad Sexual


Esta condición psicoemocional se considera la madre de la mayoría de las disfunciones sexuales, no sólo masculinas sino también femeninas. En el caso del hombre, por aprendizaje sexual, por la importancia que se le concede a la sexualidad, por el objetivo que pretende darle, se generan pensamientos que le crean expectativas y pueden incluso anticipar la falla. La adrenalina, neurotransmisor que se libera ante situaciones de amenaza real o imaginaria, tiene efectos opuestos a los necesarios para que el pene se erecte. Además de ello, contribuye a la rapidez de la eyaculación, lo que ningún hombre desea.

Disfunciones Sexuales Individuales


*Temor de desempeño: Originado ante la necesidad de demostrar su hombría, la obligación de satisfacer a su pareja y hacerle obtener un orgasmo (con el pene en la vagina como principal método), el no poder controlar la eyaculación (lo que le hace perder la erección antes de que ella llegue al clímax), y el requerirse responder en todo momento en que se le presente alguna oportunidad sexual aún sin sentir deseo.
*Parafilias: Denominadas anteriormente Desviaciones o Aberraciones Sexuales. Si el hombre está fijado a algún estímulo o método (bizarro o no), y su pareja no complace su necesidad parafílica, el hombre no podrá activarse sexual y, por consiguiente, no habrá erección, respuesta sexual, ni tampoco interacción en pareja. Entre estas tenemos zoofilia, pedofilia, pornofilia, sadismo, masoquismo y exhibicionismo, entre otras y por ser la que más comúnmente se presentan o discuten.
*Homosexualidad: Por ser un patrón sexual, no se considera enfermedad ni trastorno, pero si un hombre homosexual debe cumplir con requisitos familiares y sociales teniendo una pareja hembra para noviazgo o matrimonio, no puede activarse por no tener el estímulo que puede producirle una erección efectiva para un buen desempeño sexual.
*Eyaculación Rápida: La frustración de no poder durar mucho tiempo en la penetración produce dificultades en la obtención de una segunda erección para una segunda penetración, así como conductas evasivas de la relación sexual en pareja por no autodiscapacitarse sexualmente al sentir que no es efectivo sexualmente, así como evitar la diseminación de su fama como supuesto “mal amante”.
*Penecentrismo: Actitud monitoreadora de la erección y su rigidez, así como expectante del pene y toda su función. Genera distracción y mucha ansiedad, provocando erecciones parciales o la pérdida completa de la misma.
*Depresión o Ansiedad: De origen sexual o por otras causas (situación económica o laboral, duelo, etc.), provocan cambios importantes en el estado de ánimo y desvían la atención del disfrute sexual y merman en el deseo sexual. Hay también una cultura en cuanto a que si se sufre, no hay derecho al placer ni a disfrutar.


Disfunciones Sexuales en Pareja


*Disfunción Sexual Tipo I: Situación en la que el hombre, por su educación familiar, religiosa, ética y filosófica, responde única y exclusivamente con la pareja y no con extraparejas. Siendo este el ideal monogámico y hasta una opción de vida que le puede proveer bienestar y tranquilidad individual, de pareja y familiar, el hombre lo considera una dificultad importante por su condición de macho.
*Disfunción Sexual Tipo II: Contrario a la Tipo I, el hombre responde sólo con extraparejas y no con la pareja. Este trastorno de pareja se relaciona con discordia marital, mala conformación de pareja y matrimonios obligados.
*Síndrome de Disfunción Sexual de la Pareja: Si la pareja de ese hombre sufre de alguna disfunción sexual (vaginismo, disfunción orgásmica, dispareunia, trastornos del deseo), puede convertirse en causa de Disfunción Eréctil.
*Incompatibilidad de Tiempo de Funcionamiento Sexual: Frecuente disfunción sexual de pareja debido a lo prevalente de la Eyaculación Rápida, la mujer tarda más en llegar al orgasmo y, como el hombre pierde la erección después de eyacular, no cumple con lo que se plantea como su objetivo sexual. Provoca conflictos de pareja y evasión sexual, así como frustración en el hombre.
*Incompatibilidad de Frecuencia Sexual: Atendiendo a las características sexuales propias del hombre (hormonales, conductuales), este presenta una frecuencia sexual más alta que la de ella. Ante esta diferencia, y los intentos fallidos de coito ante la búsqueda de su pareja y la negativa de esta, se pierde la erección.

Disfunciones Sexuales Mixtas


En mi experiencia profesional, observo con mucha frecuencia como la mayoría de los casos de Disfunción Eréctil presentan una causa combinada. Si el problema es orgánico, debido a la preocupación particular del hombre por su sexualidad y su desempeño sexual, sufre de ansiedad. Esto contribuye a agravar el problema. Estadísticamente, en el año 2005, de un total de 193 pacientes, 41.5% del total de pacientes con Disfunción Eréctil presenta causas mixtas, 30.6% causa psicológica pura y 27.9% causa orgánica exclusiva. Es por ello que se hace imperioso y necesario el manejo multidisciplinario de esta patología que afecta la función sexual masculina.

ALIMENTOS DE DOBLE PLACER


Placer gustativo y sexual aportados por los Afrodisíacos, alimentos así llamados en honor a la diosa del amor, Afrodita. Se definen como productos alimenticios con propiedades para aumentar el deseo sexual y optimizar el rendimiento físico en las diferentes prácticas sexuales.


En algunas civilizaciones, los alimentos con un alto valor nutritivo estaban considerados como los mejores estimulantes, siendo beneficiosos para el bienestar general de personas cuya dieta era normalmente escasa. Los griegos valoraban los huevos, la miel, los caracoles y los mariscos. Una receta árabe del libro El jardín perfumado recomienda a los muy tímidos la ingesta de un vaso de una miel muy densa, 20 almendras y 3 piñones durante 3 noches.


China milenaria y muy acertada


El planteamiento de los chinos era más científico. Medían y mezclaban raíces de plantas potentes, bautizándolas con nombres rimbombantes como “la droga de la gallina calva” en honor de un septuagenario que, ingiriéndola regularmente, engendró tres hijos y su mujer ya no podía estar descansando ni durmiendo, viéndose obligada a botar el resto de la poción en el patio, donde fue ingerida por un gallo. El gallo montó de inmediato a una gallina, permaneciendo sobre ella durante varios días sin interrupción al tiempo que le picaba en la cabeza para mantener el equilibrio, hasta que la gallina quedó totalmente calvo y el gallo cayó desplomado. El orgulloso inventor afirmó que el hombre que la ingiriese podía tener relaciones sexuales con 40 mujeres, 3 veces con cada una al día, por 60 días.


Otra receta china era la «poción de cuerno de ciervo», hecha de polvo de cornamenta y destinada a prevenir la disfunción eréctil.


Otros afrodisíacos


Con el paso de la historia, la lista de sustancias afrodisíacas ha incluido de todo. Plantas, insectos, testículos, cuernos de animales. Y mientras tenga una forma parecida a los órganos sexuales más se le atribuyen poderes sexuales. Así, un asta de ciervo o un cuerno de rinoceronte –ricos en queratina, y minerales, azufre, calcio y fósforo - pueden sugerir un pene en erección (el cuerno fálico original pertenecía al mítico unicornio), mientras que una ostra puede mostrar semejanza a una vulva. También la raíz de mandrágora o raíz oriental de ginseng se asemejan a una forma humana o al pene. En realidad, los principios activos de la mandrágora son dos sustancias inductoras de sueño, por lo que no resultan estimulantes. Otro producto frecuentemente citado es la mosca española o cantárida. La cantaridina obtenida de las alas disecadas de este insecto, es una sustancia altamente tóxica. Irrita los aparatos digestivo y urinario que, aunque puede provocar sensaciones parecidas a las de la excitación sexual, puede ulcerar y causar sangramiento en las vías urinarias. Su sobredosis puede llevar a la muerte.


La yohimbina, obtenida del yohimbé, árbol de Camerún, considerada también afrodisíaca, fue desechada por la medicina luego de considerarse alternativa en el tratamiento de la disfunción eréctil.


El alcohol, la droga socialmente aceptada y más usada, además de producir sopor y languidez, también puede provocar euforia y permite la pérdida de los controles conscientes facilitando la desinhibición sexual. Aunque el alcohol provoca el deseo sexual, puede reducir el rendimiento y disminuir la sensibilidad de la piel.


Realidades


· La medicina moderna ha demostrado que, siendo deseo y excitación sexuales mecanismos del funcionamiento sano y normal del organismo, no dependen de una sustancia externa.
· Como mucho, alguna sustancia pudiese ejercer su efecto en sólo un aspecto de la respuesta sexual y del organismo de una persona, y tampoco en todos los casos en los que se use.
· La conducta sexual está influida por muchos factores (culturales, educativos, ambientales, morales, religiosos, filosóficos, y éticos) y en menor grado es afectada por los estímulos internos o fisiológicos. Pueden funcionar también enalteciendo el ambiente y el preámbulo a las relaciones sexuales o como “placebo”.
· Las hormonas sexuales juegan un papel determinante en el deseo sexual y en el mantenimiento de los órganos sexuales y su funcionalidad. Su aplicación debe hacerse estrictamente bajo evaluación, indicación y control médicos.
· Los medicamentos para disfunción eréctil no aportan deseo sexual, pasión, ni más tiempo para eyacular. Sólo aportan erección y la rigidez suficiente al pene para un buen desempeño sexual.


En conclusión, haciendo alusión a una canción de Ricardo Arjona, “el afrodisíaco más cumplidor no son los mariscos sino el amor” y, por supuesto, una pareja que inspire ese sentimiento y se constituya como un estímulo sexual suficientemente excitante en una relación de pareja y un ambiente agradables y propicios.