miércoles, 22 de julio de 2009

SABOREA LA ESENCIA DE TU PAREJA




Aprende a sacar el máximo partido de los besos para ofrecerle a tu pareja un masaje de cuerpo entero mediante lamidas, succiones, mordisqueos y soplidos. La lengua y los labios tienen una gran sensibilidad, por lo que es necesario desarrollar y controlar su sensibilidad. Conoce los íntimos placeres de la estimulación oro-genital (como le denominamos en sexología a lo que se conoce como “Sexo Oral”).



Unión de labios


El beso en la boca es reminiscencia del hábito primitivo de la alimentación, que implica introducir en uno mismo cualquier cosa que resulte alimenticia y deseable (tomando en cuenta que, en las sociedades primitivas, luego del destete, las madres masticaban los alimentos de los bebés hasta hacerlos digeribles y pasarlos a la boca del bebé, quien buscaba la comida con la lengua). Se asoció el amor y la atención con el contacto oral. Las parejas actuales sienten, en ocasiones, la necesidad de comerse mutuamente mediante succiones, besos, empujones con la lengua e incluso mordiscos.
El arte del beso se puede aprender. Un beso violento con la intención de demostrar pasión o un beso muy flojo y húmedo, no son en absoluto formas de besar a nadie y mucho menos en el posible inicio de una relación sexual.
La higiene bucal es de máxima importancia. Dientes, encías y lenguas sanas y limpias son la base de un aliento fresco. Si se fuma, es más rigurosa la higiene bucal (un dicho reza que “besar a un fumador es como lamer un cenicero”). En estos casos, es obligatorio el uso de enjuagues bucales muy efectivos. Lo mismo si se consumen alimentos con especias fuertes – como el ajo – a menos que ambos lo ingieran.
Unos labios sensuales son blandos. Para mantenerlos suaves y sin grietas ni resequedad, es conveniente la aplicación frecuente de bálsamos o cremas en preparaciones de crema de cacao y hasta en los labiales.
En caso del hombre, debe mantener la barba y el bigote recortados pues los vellos pueden pinchar o raspar la superficie de labios y mejillas, lo que hace desagradable el contacto oral. Barba y bigotes deben ser higienizados bien diariamente y después de comer para evitar los malos olores o la fijación de los olores de estos en el vello.



Besos en el cuerpo


La nuca, el cuello, las orejas y los hombros son zonas del cuerpo altamente sensibles, erógenas y “besables” y su uso activa sexualmente y de manera rápida a quien la recibe. Este tipo de estimulación con los labios es muy rica en sensaciones placenteras. Por supuesto que los genitales y los pezones – en ambos sexos – son extremadamente sensibles a la estimulación oral.
No debemos desperdiciar ni un milímetro de la piel de la pareja para poder descubrir así sus zonas erógenas particulares, para descentralizar la sexualidad e los genitales, deleitarnos más con todo su cuerpo y poder percibirlo y disfrutarlo con todos los sentidos. Muchas parejas consideran un baño juntos previo antes de la estimulación oral de todo el cuerpo, otros disfrutan de olores y sabores naturales y propios del cuerpo (considerados muy excitantes).
Este tipo de contacto conecta el interior de una persona con la intimidad y la adoración. A su vez, puede convertir se en preludio para la estimulación oro-genital.



Fellatio y Cunnilingus


Posiblemente, el más íntimo de los contactos. Permite visualizar los genitales muy de cerca, apreciar sus olores y sabores, así como su textura con las manos, los labios y la lengua.
El control médico – odontológico, ginecológico, urológico, dermatológico y sexológico – de nuestros órganos sexuales y de nuestro estado general (incluidos análisis de sangre para VIH y sífilis, o por infecciones o lesiones en la boca) garantiza el disfrute de esta práctica sexual, además de estimular el contacto con nosotros mismos y el verdadero valor que damos a nuestra pareja al protegerle de cualquier infección. Buena parte de la salud sexual!!
Debe llevarse a cabo sólo si ambos miembros de la pareja lo desean (hacer o recibir), o si están en la disposición de aprender a hacerlo y disfrutarlo, y si no hay prisa. El llamado “69” es recomendable cuando ambos desean compartir la experiencia. Muchas veces, uno de los miembros de la pareja se concentra en hacerlo pues es lo que desea experimentar y se convierte en el componente activo del contacto oral.
Para el Cunnilingus, es necesaria la separación manual de los labios mayores y menores de la vulva con las manos. En cuanto al clítoris, la punta de la lengua debe rozarle de un lado al otro o de arriba hacia abajo, con lentitud – por ser muy sensible – y asegurándose de mantener húmeda la lengua para facilitar el deslizamiento. Los labios menores y mayores deben recibir esa estimulación también con lamidas, succiones suaves y mordisqueos muy sutiles. Puede hacerse una especie de penetración lingual en la vagina, rodeando su entrada con la lengua y empujando con esta dentro de la vagina.
Para el Fellatio, el pene debe ser tomado con la mano y descubrir el glande al retraer el prepucio, así como una higiene adecuada (recordar que el esmegma puede adquirir un olor particular que puede resultar muy desagradable). De esta forma, si el varón empuja, no provoca el reflejo del vómito (por ponerse límite al limitar la penetración oral con la mano asiendo al pene en su base). Puede succionarse suavemente todo el pene pero especialmente el glande – su zona más sensible -. Los labios deben ejercer una presión suave sobre su superficie. Puede lamerse por su dorso, su parte ventral y sus costados. Si se desea la eyaculación por este método y no se quiere estar en contacto con el semen, pueden utilizarse los preservativos de olor y sabor. Los testículos pueden ser receptores de este tipo de estimulación si son lamidos a través del escroto o son colocados dentro de la boca para ser saboreados.

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