lunes, 8 de septiembre de 2008

LOS AÑOS DORADOS DE LA SEXUALIDAD



Como bien lo diría mi gran amigo y escritor Alonso Acuña, médico urólogo colombiano, “Los 40 son la vejez de la juventud y los 60 son la juventud de la vejez”, comienzo esta disertación acerca de la Sexualidad del Adulto Mayor (ya no se usa el término Tercera Edad).
Muy bien es sabido lo cuestionado y vilipendiado que son los extremos de la vida en lo que a la esfera sexual se refiere. Los niños por ser muy niños, por haber la posibilidad de que, desde esa edad, ya se esté gestando un enfermo o un monstruo sexual. En cuanto al adulto mayor, se cree que ya quemó esa etapa de vida sexual activa, que no tiene derecho a la sexualidad ni al placer, que son babos@s o que ya están “muy viejit@s para la gracia” (sí, así, con @, pues hay mujeres adultos mayores que quieren seguir siendo sexualmente activas). Además, ya se cumplió con su función de reproducción, a la que se ha asociado estrechamente la sexualidad.
Lo real
Desde que se une el óvulo al espermatozoide, ya se constituye un ser sexual cuya existencia termina sólo cuando finaliza su vida. Esa cualidad de ser sexual se mantiene y se manifiesta en todas las edades. La función sexual, como parte del funcionamiento normal de cada persona, debe preservarse hasta la muerte. Si presenta alguna dificultad, merma o desaparición, es porque algo está ocurriendo, ya sea psicológico, orgánico o sexológico.
Las personas adultos mayores que se mantienen sanos y han fomentado una vida sexual placentera y satisfactoria durante la juventud y la adultez pueden conservar su mismo patrón de frecuencia y sus niveles de pasión. Otros, quienes ya presentan enfermedades, por estas mismas condiciones mórbidas y/o hasta el mismo tratamiento que cumplen para el mismo, pueden ver afectada esta área de sus vidas.
Lo que sí es necesario considerar es que nuestra respuesta sexual varía con la edad.
En el caso de las mujeres:
Desaparecen:
- La congestión mamaria
- El rubor sexual
- Aplanamiento, separación y engrosamiento de los labios mayores
- Engrosamiento de los labios menores
Disminuyen:
- La lubricación vaginal
- Aumento del tono muscular
- Espasmos carpopedales
Se mantienen:
- La erección y retracción del clítoris
- La contracción de la musculatura del piso pélvico.
En el caso de los hombres, encontramos que:
Desaparecen:
- La erección de los pezones
- El rubor sexual
- Los espasmos carpopedales
- La sensación de inevitabilidad eyaculatoria
Disminuyen:
- La contracción y el espesamiento del escroto
- La elevación de los testículos
- La contracción de la musculatura del piso pélvico
- El volumen de semen
Se mantienen:
· Su capacidad de obtención de erección peniana

Estadísticamente hablando…
Estudios llevados a cabo en este grupo etario reportan importantes y sorprendentes datos en cuanto a las proporciones de ejecución de gusto y prácticas sexuales para ambos sexos:

Hembra (%)
- Interés en el coito
39%

- Desinterés en el coito
61%

- Masturbación
34,5%

Varón

- Interes en el coito

75%


- Desinterés en el coito

6%


- Masturbación

48,5%


Se entiende, por las diferencias sexuales, que el hombre es más sexual y tiene mayor interés en mantenerse sexualmente activo que la mujer, quien es más afectiva y que, en las generaciones estudiadas, se mantienen muchos de los paradigmas antiguos y que han regulado la sexualidad humana y los roles de cada uno de los sexos por muchos años.
Con la apertura a la equidad sexual, los avances científicos y la medicación, que han aportado mejor calidad de vida, esas cifras deben haber variado más hacia el interés y el ejercicio de las diferentes prácticas sexuales. En los actuales momentos, menopausia, andropausia, disfunción eréctil, y dispareunia, entre las disfunciones sexuales más frecuentes en esos años de vida, ya no son dificultades que no puedan resolverse.


Reglas de Oro de la Sexualidad del Adulto Mayor
· Mantener una práctica sexual continua y sana.
· Cuidar el estado general, evitando o controlando los factores de riesgo, a través de controles médicos periódicos y necesarios por las distintas especialidades que sean necesarias consultar.
· Explorar nuevas prácticas sexuales y procurarse una cierta variedad, por lo que se deben dejar de concebir las relaciones sexuales como retos atléticos, con registros erectivos y orgásmicos.
· Conocer las variaciones fisiológicas de la respuesta sexual que tienen lugar con la edad, sobre todo que su desencadenamiento y la instalación de los cambios corporales de la excitación se enlentecen y se requiere de más estimulación física.
· Adaptarse a una nueva forma de coito si se hace dificultoso, sobre todo en lo que a posiciones y esfuerzo físico se refiere.
· Reconocerse como seres únicos y
· Saberse con el derecho al sexo y al amor como todo ser humano.

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