lunes, 27 de abril de 2009

PISO PELVICO: EL PISO DEL CIELO


Denominado así un grupo de músculos que sostiene el conjunto de órganos contenidos en la pelvis o cadera y con funciones importantes en la micción, la evacuación, y sostén de los órganos reproductores, así como durante la respuesta sexual tanto masculina como femenina, ha cobrado un gran interés científico actualmente.
Mantener su tono, ejercitarles de manera constante y tratar toda problemática que padezca el piso de la pelvis es una prioridad para los especialistas quienes manejamos médicamente esta musculatura y desde diferentes enfoques (estructural y funcional). Además, el trabajo en equipo permitirá su adecuado funcionamiento y la salud integral del paciente.


¿Conozco estos músculos?
Dispuestos en 3 planos, superficial, medio y profundo, son llamados también Pubococcígeos (por su disposición entre el pubis y el cóccix) o Perineales (por conformar el periné – o perineo - y ser más abordables desde esta zona). De manera común, ambos sexos cuentan con los siguientes: Esfínter externo del Ano, Bulbocavernoso, Isquiocavernoso, Transverso superficial, Transverso profundo, Esfínter externo de la uretra, Elevador del ano y Pubococcígeo. La mujer tiene un músculo adicional llamado Constrictor de la Vagina.
Sexualmente hablando, encontramos que esta musculatura envuelve la base del pene hacia la zona donde los cuerpos eréctiles entran en la pelvis para insertarse en unas estructuras óseas llamadas Ramas Isquiopúbicas en el hombre. En el caso de la mujer, circunda el tercio externo de la vagina en aproximadamente 3 cms.


En cuanto a sus funciones…
Por su ubicación y los órganos que sostienen, tienen un papel importante en:
- Mantener el juego de presiones que permiten mantener la orina dentro de la vejiga.
- Contener las heces en la ampolla rectal mientras esta se va llenando para que se pueda desencadenar el deseo de evacuar.
- Controlar el deseo de orinar y/o evacuar.
- Propiciar la permanencia en su sitio y la fijación de la vejiga y el recto en ambos sexos. En el caso de la mujer, también del útero.
- Completar la erección del pene, lo que ocurre momentos antes de la eyaculación (evidenciable a través de la posición erecta y la rigidez extrema alcanzada, así como por la coloración violácea del glande).
- Expulsar el semen durante la eyaculación, visible por los movimientos del pene cada vez que se eyectan porciones del líquido seminal.
- Cerrar la vagina al exterior manteniendo su pared más interna plegada.
- Preservar el tono de la vagina para propiciar su cierre y la fricción del pene durante la penetración con fines placenteros.
- Generar placer durante el orgasmo femenino al contraerse de manera espasmódica e involuntaria sobre ese tercio de la vagina donde, internamente, se ha formado la plataforma orgásmica y que tiene la mayor sensibilidad para el disfrute sexual. También se provee placer al ser contraída voluntariamente durante la penetración vaginal.


Problemas del Piso Pélvico
Este grupo muscular puede verse afectado por diferentes procesos, hasta naturales, del organismo. El aumento de presión intraabdominal por esfuerzos, menopausia, andropausia, enfermedades neurológicas, malformaciones congénitas, estreñimiento, embarazos, partos eutócicos, episiotomías, accidentes, intervenciones quirúrgicas pélvicas y hasta condicionamientos psicológicos sexuales interfieren en el buen funcionamiento de la musculatura pélvica.
Prolapsos de órganos pélvicos, incontinencia urinaria, incontinencia fecal, dispareunia, disfunción eréctil, vaginismo, y encopresis, entre otras, son las patologías por las que, con más frecuencia, consultan l@s pacientes.
En lo que respecta al área sexual, el vaginismo y la dispareunia son causales de dolor en la mujer durante el coito. En el hombre, la falta de una erección lo suficientemente rígida dificulta su desempeño sexual para la autoestimulación y la penetración. Adicionalmente, la salida involuntaria de orina y/o heces puede incomodar a quien padezca de algún tipo de incontinencia, o a su pareja, si se escapan pequeñas cantidades de estos emuntorios durante la interacción sexual en pareja, produciendo displacer o evitación de las relaciones sexuales. También encontramos que la ocupación de la vagina por alguno de los órganos pélvicos prolapsados, puede ocasionar molestia e incomodidad a la mujer y/o al hombre durante la penetración, incluso temor de daño al pene.
A su vez, se generan trastornos de ansiedad o depresión por el deterioro de la calidad de vida en general de quien sufre algún problema en su piso pélvico.


Recomendaciones
*Reconozca su musculatura pélvica. Cada vez que orine, interrumpa el chorro de orina varias veces (se recomiendan tres veces) sin contraer la musculatura abdominal, los glúteos, ni pujar.
*Pregunte al especialista en Sexología Médica, Urología, Ginecología y Obstetricia o Fisiatra sobre los Ejercicios de Kegel.
*Actualmente se recomienda ejercitar esta musculatura independientemente se sufra o no de alguna patología del piso pélvico. Esto ayuda a rehabilitarla o protegerla.
*Si cree que su piso pélvico está afectado, consulte inmediatamente. Dejar que el problema se haga crónico resta posibilidades de curación y beneficios de la rehabilitación.

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