miércoles, 23 de octubre de 2013

TOCANDO PARA EL PLACER

Siempre le pregunto a las personas: ¿Cuál es tu órgano sexual más grande? Divagan y comienzan a dar diversas respuestas. Pocas son las que me dicen: La Piel.
Considerada un órgano, la piel cubre toda la totalidad del cuerpo humano y está dotada de receptores nerviosos que nos permiten tener contacto con el ambiente en el que nos encontramos y responder a los diversos estímulos que se nos presentan, así como de la capacidad de adaptación a estos. Estos incluyen los estímulos sexuales táctiles. La sensibilidad aportada conforma el cuarto sentido de este ciclo: El Tacto.
Nos comunicamos a través del tacto de manera sencilla y elocuente. Se caracteriza por ser afirmativo, tranquilizante, confortable y esencial.

Ternura táctil
En una relación de pareja, sexual y afectiva, el tacto posee una importancia vital. Es el sentido que, con más voluptuosidad, usamos en la cama pero, a su vez, el más olvidado fuera de ella. Existe la tendencia de interpretar todo contacto táctil con la pareja como una antesala a la interacción sexual. También es frecuente observar como este tipo de estimulación se limita sólo al ejercicio de la función sexual en pareja.
En una relación afectiva, la ternura puede confundirse fácilmente con la sensualidad y la sexualidad. Muchas mujeres afirman que sus compañeros no conciben el tacto sin actividad sexual, considerándole un acto de desconcertante e incluso una pérdida de tiempo.
Con mucha frecuencia, los Médicos Sexólogos enfrentamos esa incapacidad de apertura al tacto cuando, como parte de nuestra terapia, indicamos el Placereado, técnica que consiste en autocaricias (tocarse a sí mismo) y heterocaricias (tocarse en pareja). Esto puede reflejar buena parte de la formación de la personalidad y de actitudes derivadas de su dinámica familiar y del manejo de las expresiones de afecto en los años infantiles, perpetuado en la adolescencia y adultez para arraigarse al propio ser. Otras veces, como es lamentable aunque frecuente en nuestros días, muestra estigmas de abuso sexual en la infancia (que genera temor y angustia, por lo que se evade el contacto y se crea aversión hacia el mismo).

Tacto curativo
El  tacto abre una vía hacia una mayor autoexpresión. El masaje puede aliviar el estrés. En una relación sexual afectiva, ambos componentes de la pareja tienen la oportunidad de restablecer los desequilibrios entre ellos. En sí, fomenta el acercamiento y el fortalecimiento de ambos como individuos y como pareja, así como de los componentes de la relación: amor, sexo y compromiso.
Si en la cama y al momento del contacto sexual funciona, también lo debería fuera de ella. Abrazos, caricias suaves en cualquier parte del cuerpo, aproximaciones, o tan sólo estar muy juntos el uno del otro para darse calor y sentirse acompañados, refugiados y apoyados. Aflora la cercanía, la comodidad y la unión.

Sentir y dejarse llevar
Uno de los principios esenciales de la sexología es “Sentir y no pensar”. No pensar en lo externo y ajeno a la sexualidad, liberarse de pensamientos que pueden desencadenar angustia (estado psicoemocional anti-sexual), ubicarse en el entorno erótico-sexual creado en ese encuentro, abstraerse del mundo exterior. En sí, abandonarse a todas las sensaciones táctiles abundantes y predominantes (aunque también a las de los otros sentidos del cuerpo).
Existen ejercicios que permiten a las personas abrirse a la sexualidad. Dificultades en el disfrute sexual, desconfianzas, y distorsión de los significados de lo sexual contribuyen con este obstáculo.
Todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, por delante y por detrás, en toda la extensión de la piel, puede convertirse en una zona erógena potente y gratificante por todo el placer que produce y que exalta la sexualidad al facilitar la respuesta sexual.

Dar y recibir
Toda actividad le lleva implícito pues, al acariciar, la persona receptora siente donde le tocan, mientras que la persona dadora recoge sensaciones en sus manos o la parte del cuerpo con la que acaricia y tiene contacto.
Por paradigmas sexuales, como el papel del hombre de “dador y generador de placer” (por ser su obligación o deber complacer a su pareja y hacerle llegar a un orgasmo), así como el de “mujer objeto sexual”, no se logra disfrutar de toda la interacción sexual. Estos se convierten en factores distractores por el monitoreo de todo lo que se hace sexualmente, ya sea por lograr tener un buen desempeño o al querer determinar los resultados de ese contacto sexual. Ambos disfrutan de todo contacto y, la mejor manera de apreciarlo, es a través del tacto.

Tips Sexuales
  • La caricia es suave y delicada, por lo que el contacto debe ser delicado, llevado a cabo con dedicación y con muchos deseos de sentirlo en conjunto con nuestra pareja.
  • Puede combinar las caricias suaves con algunas más intensas acompañándoles de apretamientos y presión sutiles.
  • Complemente la estimulación táctil con caricias húmedas (de labios y/o lengua) y fricción del cuerpo.
  • El contacto total cuerpo-a-cuerpo permite compartir las texturas y temperaturas de ambos miembros de la pareja.

2 comentarios:

ewado dijo...

Saludos dr una pregunta el vih se puede contagiar por sexo oral de que forma por una cortada o por semen y en las mujers por sexo oral por agun fluido explíqueme eso saludos muy interesente su blogger!

lanavestelar dijo...

Descubrí hace poco que pequeños mordiscos en la espalda erotizan enormemente a mi pareja. Causa una cierta estimulación y produce un placer además de relajar los músculos.