domingo, 20 de septiembre de 2009

INFECCIONES DE TRANSMISION SEXUAL PARTE II


Habiendo escrito la semana anterior sobre las principales infecciones de transmisión sexual (ITS) causadas por bacterias. En esta ocasión, trataré acerca de aquellas causadas por otros microorganismos.
Diversos virus causan infecciones genitales o extragenitales y su vía de contagio es el contacto sexual. Por su forma de presentarse y por la ubicación del virus en los tejidos de los genitales, pueden ser tratadas fácilmente tratables pero algunas son incurables. La persona puede convertirse en portadora del virus sin que este cause enfermedad. Otras veces, de acuerdo a como se encuentre el sistema inmunológico (de defensa), pueden producir todos los síntomas y signos. Lo anteriormente expuesto permite explicar la alta tasa de personas contagiadas con ITS virales.

Herpes Genital

Hago hincapié en esta entidad de transmisión sexual pues hay otra que afecta otras partes del cuerpo. De por sí, el término Herpes proviene del griego herpein que significa “arrastrarse” debido a la capacidad de diseminación y expansión del herpes labial. El tipo genital y el labial, así como el que afecta los nervios y produce la enfermedad conocida como “culebrilla”, son producidos por diferentes tipos de herpes virus.
Los virus Herpes Simplex Tipo 1 y 2 causan múltiples lesiones tipo vesículas (“vejiguitas” en el argot popular) en la piel o las mucosas (ese tejido rosado brillante y húmedo que recubre la vagina y el conducto de la orina por dentro) que, por roce o fricción, pueden romperse y sale el líquido, el cual contiene el virus. Esto pudiese producir un autocontagio, por lo que condiciona lo que conocemos en medicina como recurrencias. Al romperse las vesículas, se ulceran y producen dolor al momento del coito en la vagina o al orinar en los hombres.
Si no se trata la enfermedad, el virus se disemina por vía sanguínea y puede afectar los órganos internos.

Condilomatosis

Denominada así por los “condilomas” o lesiones tipo verrugas que producen en los genitales, es producida por el Virus del Papiloma Humano (VPH por sus siglas). Tienen predilección por las células más superficiales de los tejidos mucosos. En la piel desarrollan los condilomas, lesiones que presentan la apariencia de una “cresta de gallo”. En el caso de las mujeres, afecta la piel de los labios mayores y menore, así como la mucosa vaginal el cuello del útero. En los hombres, estas lesiones se ubican predominantemente en el surco balano-prepucial, que es la hendidura que determina la unión del glande con el cuerpo del pene, así como en el prepucio, la piel del cuerpo del pene y de la región púbica.
En el caso de los hombres, las lesiones son muy evidentes por su ubicación externa. En el caso de la mujer, también si hay condilomas en los labios genitales pero, muy frecuentemente, se detecta a través de la citología.
En ambos sexos, si esta ITS no es tratada, puede llevar a la génesis de cáncer genital (de pene en el hombre y de cuello uterino en la mujer).
Actualmente, se ha comentado muchísimo acerca de la vacuna para el VPH. Pero aún no se ha podido determinar quien está infectado o no. El contagio puede darse desde el mismo nacimiento al salir el feto por el canal del parto. Así que, en estos casos, la vacuna es innecesaria pues no proveería la protección que debiese. A su vez, por la ubicación del virus, exclusiva en las células superficiales de piel y mucosas, no permite la producción de marcadores sanguíneos para determinar si estamos infectados. Esto hace estimar que, aproximadamente, cerca del 70% de la población mundial está infectada con el VPH.

Hepatitis B

Por la presencia del Virus de Hepatitis B (VHB) en sangre, secreciones vaginales, semen, lágrimas, y otros líquidos corporales, se incluye esta enfermedad entre las ITS. Esto obedece a que hay la posibilidad de que, personas que hayan sufrido la enfermedad, se conviertan en portadores crónicos de la enfermedad. Las pruebas de sangre permiten diagnosticar curación o cronicidad de la infección.
Quien sufre la enfermedad, al inicio, presenta síntomas muy parecidos al de una virosis gripal. Luego, puede presentar orinas oscuras, coloración amarilla de la piel y ojos, y heces blanquecinas. Mientras se encuentra enferma la persona, se convierte en fuente de contagio. Al desaparecer los síntomas, debe hacerse un seguimiento médico por la probabilidad de la cronicidad de la infección o la conversión en portador asintomático del VHB.

Hepatitis C

Aunque se transmite en menor proporción que la Hepatitis B, se considera entre las ITS por su alta prevalencia actual, sobre todo en los países europeos y en proporción considerable en Latinoamérica.
La vía principal de contaminación es la sanguínea, por lo que es frecuente en personas adictas a drogas intravenosas, entre el 70% y 90%.
Durante el coito o penetración, puede haber pequeñas fisuras o laceraciones en mucosa vaginal y en piel del glande y del prepucio, por lo que puede haber hemorragias imperceptibles. En otras ocasiones, y por diversas causas, puede haber sangrados considerables. Esto puede constituirse en una de las vías. También a través del contacto de la boca con esos tejidos, independientemente de donde se ubique la lesión sangrante.
Es predominantemente asintomática. Generalmente, se diagnostica en su etapa crónica cuando ya ha afectado considerablemente al hígado, causándole cirrosis o cáncer.

Consideraciones

- Hay medicamentos en tabletas, inyecciones y cremas que pueden mejorar el cuadro clínico del Herpes Genital.
- Los condilomas producidos por el VPH deben ser extirpados por el personal médico a través de métodos que no produzcan sangramiento y que abarquen las células por debajo de la lesión.
- La Hepatitis B cuenta con vacunas altamente efectivas, las cuales son aplicadas en instituciones públicas y en campañas de vacunación.
- Actualmente, se están ensayando medicamentos para la Hepatitis C.

No hay comentarios: