domingo, 20 de septiembre de 2009

¿SIDA? SI DA


Infección de transmisión sexual que ha acaparado gran atención mundial debido a su agente causal, sus manifestaciones clínicas, sus tratamientos, las campañas para su prevención y todas las investigaciones que se han venido llevando a cabo desde la década de los 1980’s. Y, sobre todo, por relacionársele directamente con las palabras homosexualidad y muerte. SIDA, siglas que corresponden a Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.


Un poco de historia

* 1981. El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos reportó un tipo extraño de neumonía en 5 varones homosexuales de la ciudad de Los Angeles. Luego, se diagnosticó en otros homosexuales pero también en adictos a drogas, haitianos, hemofílicos, pacientes que habían recibido transfusiones de sangre, hijos de madres en riesgo, heterosexuales y trabajadores de la salud.
* 1982. Comienza a denominársele SIDA, sin especificaciones ni relaciones peyorativas de la enfermedad con la población homosexual (llegó a denominársele Peste Rosa y Cáncer Gay) pues se observó que no era exclusiva de ellos.
* 1983. El Dr. Luc Montagnier aisló el virus en París.
* 1985. Se hizo la primera detección de anticuerpos contra el virus del SIDA con las pruebas de sangre procesadas en laboratorio.
* 1987. Aprobación del AZT, primer medicamento para tratar el SIDA.

Infección vs. Enfermedad

Es necesario entender que el virus de la inmunodeficiencia humana, HIV o VIH por sus siglas en inglés y español respectivamente, perteneciente al grupo de Retrovirus, se adquiere a través del contacto sexual en los que se involucren sangre y/o fluidos sexuales que lo contengan (el virus se concentra más en semen que en fluidos vaginales). En ocasiones, puede que no se involucre sangre más si pequeñas heridas – fisuras o laceraciones – que se constituyen como puerta abierta al VIH para que comience a reproducirse usando células del sistema inmunológico claves para activar todo el mecanismo de defensa contra las infecciones de todo germen que entre en contacto con nuestro organismo. Anteriormente, cuando no existía la prueba de sangre, muchas personas que no se sabían infectadas, donaban sangre y los receptores de su sangre y sus derivados se infectaron. Lo mismo ocurre cuando los adictos a drogas intravenosas comparten el uso de agujas – que inicialmente son descartables después de un uso único. Si una mujer infectada está embarazada, por la conexión sanguínea con el feto a través de placenta, transfiere el virus. Y en el ámbito de los trabajadores de la salud, al momento de manipular instrumental punzante y cortante utilizado en personas infectadas, hay riesgo de infección por pinchazos y cortadas.
Una vez adquirido el virus, no se sufre de SIDA. La persona se encuentra infectada y se convierte en lo que se conoce como Huésped Sano. Sin sufrir la enfermedad, tiene una alta probabilidad de infectar a otras personas con quienes tenga actividad sexual sin protección alguna o que practique aquellas de potencial riesgo.
Con el paso del tiempo, el virus se va replicando, afectando mayor número de linfocitos CD4 y destruyéndolos, ocasionando una serie de síntomas y signos que constituyen el síndrome. Este se caracteriza por:
- Pérdida de peso
- Sudoración nocturna
- Fiebre alta, generalmente acompañando a las infecciones oportunistas
- Gripes, tuberculosis, enfermedades diarreicas y/o infecciones de la piel que se hacen crónicas y no ceden con el tratamiento
- Neumonías atípicas, generalmente por un parásito llamado Neumocistis carinii
- Infección de boca y esófago por el hongo Candida albicans
- Herpes labial y/o genital como infección nueva o reactivación y cronicidad de la ya adquirida anteriormente
- Toxoplasmosis cerebral
- Sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de la piel, caracterizado por lesiones de color violáceo y levantadas que aparecen en la piel, muy relacionado con la etapa terminal de la enfermedad

Diagnóstico

El principal indicio de infección es dar positivo a la prueba de sangre, es decir, ser HIV+ a través de un método de laboratorio conocido como ELISA. En vista de la posibilidad de falsos positivos o reacciones cruzadas con otros virus, es necesario repetir la prueba de ELISA y practicar un examen especial denominado Western Blot para definirla. Otros exámenes confirmatorios son inmunofluorescencia indirecta (IFI) o radioinmunoprecipitación (RIPA).
Una vez confirmada la infección, se procede a la determinación de la concentración de virus en sangre (Carga Viral) y contaje de los linfocitos CD4. Esto permite al médico infectólogo decidir si requiere o no de tratamiento con medicación antirretroviral. Desde ese momento, los controles médicos en conjunto con una serie de recomendaciones generales que se hacen a la persona infectada deben cumplirse para que pueda hacer idóneas sus condiciones de vida, en especial aquellas que no permitan intensificar la depresión del sistema inmunológico ya afectado.

Consideraciones

* Existen 2 tipos de virus: VIH-1, de distribución mundial, y VIH-2 aislado en África Occidental.
* En el coito vaginal, la riesgo promedio de contagio es 0.15% para la mujer y 0.05% para el hombre. En el caso del coito anal, es de 0.05% tanto para quien penetra como para quien es penetrad@, hayan o no lesiones en el área.
* La prueba del VIH se ha constituido como un análisis de sangre de la rutina de indicaciones médicas para toda aquella persona sexualmente activa con más de una pareja o que tenga contacto con los grupos de riesgo, y para toda pareja que desee iniciar su vida sexual.
* El preservativo se mantiene como el gold standard en la prevención de la infección con VIH.
* Para la práctica orogenital con personas en quienes se desconoce el estado de salud, debe usarse un método de barrera pues, aunque es menos probable el contagio (0.04%), se han descrito casos.

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